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Dólar cobra fuerza ante demanda, cobre bajo y bomba

Por en (Miami)
Y en este cierre semana, el dólar cobró fuerzas alimentándose de una demanda creciente de divisas, de la depreciación del valor del cobre, y de la polémica internacional desatada por el desafío a la estabilidad social y paz del planeta por las pruebas nucleares de Corea del Norte. El resultado final proyectó al dólar a fijarse en puntas de $670,8 a la venta y 670,5 a la compra con lo que logró su mayor cotización en casi tres semanas.
 
Ciertamente fue una jornada de demanda por la divisa estadounidense, y es que en opinión de los analistas resultó más conveniente para los operadores del mercado chileno el día de hoy el optar por la divisa norteamericana, como una medida precautoria durante el fin de semana esto por causa de que hubo retroceso en las Bolsas de la mayoría de los países de Latinoamérica y fuerte depreciación de sus monedas como fue el caso de México.
 
Además en el mercado internacional hubo una precipitación de los precios de los metales industriales, incluyendo desde luego al cobre, el cual se fijó en 4,653 dólares la tonelada perdiendo un 0.2%, aunque fue peor la caída del zinc (llegando a los 2,301 dólares la tonelada), siempre nos afectará más a nosotros como chilenos la caída en el precio del metal rojo, al ser el principal productor a nivel mundial con más de un tercio del total de la producción de cobre en el planeta. Ahora bien, la razón que subyace en la baja de los precios de los metales la podemos encontrar en el precio del petróleo, insumo básico en la producción minera.
 
Por otra parte, la economía mundial -y aun más la paz- tiemblan ante la creciente amenaza que proviene desde Asia, por parte de las cada vez más desafiantes y poderosas pruebas de armamento nuclear, llevadas a cabo por el país de Corea del Norte. Esta última bomba contaba con el aterrador poder destructivo de 10 kilotones, una radiación de 1,25 kilómetros desde el origen de la explosión (cuyo índice de mortalidad inmediata es de 50% al 90%) y una radiación térmica de hasta 1,4 kilómetros con un impacto de quemaduras de tercer grado al 100% de sus víctimas.