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Cáncer: cuando la tragedia se mide en dólares

Por en (Miami)
Marta se encuentra sentada en el consultorio del médico al que ha acudido por la interpretación de los análisis que se ha realizado unos cuantos días antes. Y es que hace semanas que no es ella misma, es como si viviera en un sopor extraño ya que está extremadamente débil, no duerme bien, su corazón se agita fácilmente al menor esfuerzo, en las piernas le ha comenzado a brotar extraños moretes sin razón aparente, tiene continuamente dificultad para respirar y siente una constante ansiedad como si presintiera que su vida está por cambiar bruscamente... el médico impasible lee los resultados y cuando termina su rostro refleja una profunda preocupación, “-Pancitopenia, Marta tienes pancitopenia”... Marta lo escucha con desconcierto ya que ese término no le dice absolutamente nada... a continuación el médico explica que no es el diagnóstico sino un estado de extrema deficiencia de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas... así es, es un síntoma... el médico tiene una sospecha del asesino que acecha a Marta, así que le indica que necesita una punción lumbar urgente para confirmar lo que es casi evidente. Marta sufre un tipo de cáncer.
 
En México los aproximadamente 100 tipos de cáncer conocidos se cobran más de 80,000 muertes anuales, convirtiendose así, en la tercera causa de defunciones entre mexicanos, sólo por debajo de la diabetes y las enfermedades cardíacas. La enfermedad es imparcial, no hace distinción entre niños y adultos, ni entre hombres y mujeres; por mencionar un ejemplo, entre los jóvenes menores de 18 años cada año se suman unos 6,000 casos nuevos de cáncer (principalmente leucemias); además cada año se diagnostican más de 14,000 mujeres con cáncer de mama.
 
No hay tiempo para sentarse a derramar lágrimas, ya que antes de alcanzar a asimilar lo que está sucediendo, Marta recibe la confirmación devastadora de que ciertamente padece cáncer y ahora tiene que enfrentarse junto a su familia a la decisión de elegir un tratamiento inmediato y además encontrar cómo pagarlo... así es, tristemente Marta no cuenta con un seguro social que se haga cargo de medicamentos, atención médica, hospitalización, alimentación especial y otros gastos...Marta sólo cuenta con sus hijos.
 
En México solamente el 40% de las personas cuenta con seguridad social, lo cual deja a unos 71 millones de mexicanos sin atención médica formal. Sin embargo, parece que al cáncer eso no le importa lo más mínimo y pasa factura; según datos de una reconocida aseguradora el costo mínimo de un tratamiento para el cáncer ronda los 100,000 pesos (unos 5,376.35 dólares al precio del dólar hoy de 18.60) pero incluso puede ascender a más de un millón de pesos ( más de 53,763 dólares). Por otra parte el costo puede variar en función del tipo de cáncer y la etapa en que se encuentre, por citar un ejemplo, en el caso del cáncer de mama en fase 1 se calculan unos 200,000 pesos (unos 10,752 dólares), pero en caso de que ya esté en fase 4 el monto se eleva a más de 800,000 pesos (más de 43,000 dólares). Ahora bien, si el diagnóstico es leucemia, un transplante de médula ósea cuesta en este país más de 2 millones de pesos (más de 107,526 dólares), aunque muy pocos de los pacientes son candidatos factibles para dicho tratamiento (al menos en México), por lo que muchos recurren a un tratamiento con quimioterapias, las cuales pueden costar desde 2,000 (107.52 dólares) a más de 20,000 pesos (más de 1075 dólares) por dosis. Por lo anterior es lógico el hecho de que la principal compañía farmacéutica de los Estados Unidos (cuyas ventas se extienden a México) obtenga ganancias por más de 3000 MDD por trimestre, principalmente por su venta de medicamentes contra el cáncer. Además, el costo de los honorarios de los especialistas (oncólogos y/o hematólogos) es ominoso, por lo que no sorprende que sus ingresos anuales ronden los 6,000,000 de pesos anuales(más 300,000 dólares anuales).
 
Han pasado 6 meses desde el diágnostico y Marta luce irreconocible, es como si hubiesen caído sobre ella 10 años, ha perdido muchísimo peso y parte de su cabello, sus vivaces ojos cafés y su piel morena se han vuelto amarillentos, su cuerpo está cubierto de petekias y moretes y dificilmente puede mantenerse de pie tras cuatro rondas de quimioterapias... como en un sueño escucha la voz de la hemátologa oncóloga que amablemente la ha estado atendiendo a un costo a sus posibilidades “disfruta lo que te queda Martita porque no te vas a curar”... mes y medio después su organismo deteriorado por el cáncer -y por el tratamiento contra él- se rinde finalmente en un paro cardiorespiratorio y Marta cierra sus ojos por útima vez.
 
...En memoria de mi mamá, en el tercer aniversario de su muerte en manos de la Leucemia Mielode Aguda.